Jueves, 4 de Septiembre del 2014
¡Padre, te damos gracias por la vida y por cada una de las bendiciones que recibimos de Tu amor!
¡Padre, te damos gracias por la vida y por cada una de las bendiciones que recibimos de Tu amor!
Por: Pastor Cash Luna
Nuestro Padre nos enseña
a ser agradecidos. En la Biblia leemos sobre el pueblo de Israel que después de
ser liberado por Dios a través de Gedeón no supieron ser agradecidos con los
descendientes de ese hombre que tanto los benefició1. Recordemos que Gedeón fue
quien le creyó al Señor que con solo 300 hombres iba a vencer a los madianitas.
Pero años más tarde, los israelitas se olvidaron de ello y no fueron
bondadosos, agradecidos con la familia de Gedeón. ¿Tú eres agradecido? ¿Recuerdas
de dónde te ha sacado Dios? No te olvides que Él fue quien te levantó, no
pierdas el agradecimiento, especialmente hacia quienes Él usó para darte
trabajo, protegerte y bendecirte.
En Colosenses vemos que
es un mandato ser agradecidos. Además el apóstol relaciona el agradecimiento
con la abundancia de Palabra que podemos recibir. Así que al ser agradecidos
tendremos seguridad de que Su mensaje y sabiduría morará en nosotros y nos
enseñaremos unos a otros2. No podemos vivir aislados, debemos unirnos y exhortarnos
mutuamente para salir adelante en Cristo Jesús. Si algún día pecas al extremo
de caer, no te aísles, busca a tus hermanos. Necesitamos estar juntos para
animarnos en los momentos de dificultad.
Debemos alabar a nuestro
Señor con cánticos de alegría. A veces, en la iglesia nos da pena saltar y
levantar las manos para darle gloria a Dios porque no queremos que se asusten
las personas que llegan por primera vez, pero la Biblia nos enseña a adorar con
júbilo, por lo tanto, nuestro deber es enseñar a hacerlo, no evitarlo porque
algunos se sientan incómodos. Hay que cantarle a nuestro Dios con gracia, con
alegría, no como sacrificio, sino con emoción y pasión. Algunos dicen que no lo
alaban “porque no están bien con Él”, pero recordemos que lo alabamos y
adoramos porque Él es Dios y lo merece. Todo lo que digas y hagas debe ser
hecho para el Señor como acción de gracias. No importa si vas en auto o en bus,
hay que dar gracias en todo momento. Incluso en los deportes; si juegas fútbol
debes dar gracias porque tienes piernas para jugar, y ¡para que te las pateen!
Así es la vida.
Cuando Jesús sanó a diez
leprosos, solo uno regresó a dar gracias y lo hizo sin vergüenza, a gran voz y
postrado en tierra, tal como debe ser. Ser agradecido le valió la salvación,
así que obtuvo doble beneficio: ¡sanidad para el cuerpo y salvación para su
alma!3 Si
quieres que Dios te siga bendiciendo, si quieres que te dé docena de catorce y
ese milagro extra, demuestra que eres agradecido. El Señor derrama favor más
allá de lo que podamos imaginar cuando demostramos gratitud. Dile: “Señor te
doy gracias por todo lo que has hecho y harás en mi vida!
En el libro de Esdras
vemos que la gratitud se expresa con todo el corazón. Estos hombres de los que
se habla en ese libro clamaban con júbilo, llenos de gratitud. En el original, clamar es “gritar con
fuerza”, por lo tanto, nosotros también debemos clamar con gratitud4. Debemos demostrar que estamos
alegres y bendecimos Su nombre con júbilo en el corazón porque nos has
bendecido. Que tu voz y tu corazón no se cansen de alabarle en agradecimiento
por todas Sus bondades. Yo le doy gracias al Padre porque nos ha permitido
servirle. Demuestra tu agradecimiento al Señor sirviéndole en todo lo que
puedas. A veces somos demasiado delicados en la iglesia y nos alejamos por
alguna incomodidad, pero si nos aguantamos en el trabajo porque recibimos un
sueldo, ¿no es justo también ser perseverantes en el servicio a Dios? ¡Claro
que sí! Sirvamos al Señor con alegría, con entusiasmo, con acción de gracias.
¡Gózate cuando le sirvas!
La alabanza en parte
fundamental de la gratitud, porque un corazón agradecido no puede estar triste,
sino alegre y jubiloso5. Yo estoy eternamente agradecido con Dios por Su gran
misericordia en mi vida. Además le doy gracias al Señor por la congregación de
Casa de Dios donde se le ama y honra6. También doy gracias a cada una de las personas que sirve en el
ministerio, desde los que colaboran en los parqueos hasta los que amablemente
me ofrecen un vaso de agua cuando predico. Te aseguro que si fuéramos más
agradecidos veríamos menos problemas. El agradecimiento llena de gozo el
corazón y nos alegra a todos.
Sabemos que sembrar
produce cosecha, por lo que debemos dar acción de gracias a Dios7. Alábale por cuanto te ha
dado, edifica en Su reino y te aseguro que recibirás doble porción de
abundancia. Deseo con todo mi corazón que el Señor te levante, te sustente y
prospere lo que emprendas en Su nombre y
para Su gloria. Hoy y siempre, alaba a tu Padre y llena tu boca de palabras de
agradecimiento hacia Él y hacia quienes te benefician.
Versículos de referencia
1 Jueces 8: 33-35 dice: Pero aconteció que cuando murió Gedeón, los hijos de Israel
volvieron a prostituirse yendo tras los baales, y escogieron por dios a
Baal-berit. Y no se acordaron los hijos de Israel de Jehová su Dios, que los
había librado de todos sus enemigos en derredor; ni se mostraron agradecidos
con la casa de Jerobaal, el cual es Gedeón, conforme a todo el bien que él
había hecho a Israel.
2 Colosenses 3:15-17 comparte: Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la
que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra
de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a
otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con
salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o
de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre
por medio de él.
3 Lucas 17:11-19 relata:
Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre
Samaria y Galilea. Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez
hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos y alzaron la voz, diciendo:
!!Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! Cuando él los vio, les dijo:
Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a
Dios a gran voz, y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y
éste era samaritano. Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron
limpiados? Y los nueve, ¿dónde están? ¿No hubo quien volviese y diese gloria a
Dios sino este extranjero? Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.
4 Esdras 3:11-13
comparte: Y cantaban, alabando y dando
gracias a Jehová, y diciendo: Porque él es bueno, porque para siempre es su
misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba con gran júbilo, alabando
a Jehová porque se echaban los cimientos de la casa de Jehová. Y muchos de los
sacerdotes, de los levitas y de los jefes de casas paternas, ancianos que
habían visto la casa primera, viendo echar los cimientos de esta casa, lloraban
en alta voz, mientras muchos otros daban grandes gritos de alegría. Y no podía
distinguir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro;
porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos.
5 Salmo 100:1-5 exclama: Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra. Servid a
Jehová con alegría;?Venid ante su presencia con regocijo. Reconoced que Jehová
es Dios;?El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;?Pueblo suyo somos, y
ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción de gracias,?Por sus
atrios con alabanza;?Alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es bueno; para
siempre es su misericordia,?Y su verdad por todas las generaciones.
6 1 Corintios 1:4-9
dice: Gracias doy a mi Dios siempre
por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús; porque en
todas las cosas fuisteis enriquecidos en él, en toda palabra y en toda ciencia;
así como el testimonio acerca de Cristo ha sido confirmado en vosotros, de tal
manera que nada os falta en ningún don, esperando la manifestación de nuestro
Señor Jesucristo; el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis
irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual
fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
7 2 Corintios 9:6-11 enseña: Pero esto digo: El que siembra escasamente, también
segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también
segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por
necesidad, porque Dios ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que
abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las
cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está
escrito:?repartió, dio a los pobres;?su justicia permanece para siempre. Y el
que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará
vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis
enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de
nosotros acción de gracias a Dios.
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